Eliseo A. Martínez García, Agustín Buendia Eisman
El síndrome del trabajador quemado se caracteriza por el agotamiento emocional, el cinismo y la falta de realización profesional. Este síndrome supone una amenaza importante para el cuidado de los pacientes, la salud de los dermatólogos y el adecuado funcionamiento del sistema sanitario. Los datos disponibles apuntan a que la dermatología es una de las especialidades con mayor riesgo de sufrir este síndrome y, sin embargo, se toman escasas medidas para prevenirlo. La concienciación sobre este problema y la adopción de estrategias de prevención resultan capitales para ejercer nuestro oficio de un modo saludable y sostenible física y emocionalmente.
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