Derribar los muros de la escuela, en su sentido metafórico, sigue siendo un reto en el siglo XXI. Avanzar hacia una mirada recíproca entre la calle y la escuela permitirá revitalizar, enriquecer y acompasar los espacios escolares con los tiempos sociales. El barrio, la calle, el pueblo, la plaza, el soportal, el mercado o el parque son también lugares pedagógicos donde generar aprendizajes anclados en la realidad curricular.
Breaking down the walls of the school, in its metaphorical sense, remains a challenge in the 21st century. Advancing towards a reciprocal relationship between the street and the school will allow for the revitalization, enrichment, and synchronization of educational spaces with social times. The neighborhood, the street, the town, the square, the porch, the market, or the park are also pedagogical places where learning, anchored in curricular reality, can be generated.
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