A partir de esos pequeños objetos abandonados a su suerte una vez cumplida su función utilitarista, Mandana Sadat construye una estética que tiene que ver con la preocupación por la naturaleza, el descubrimiento del valor de lo aparentemente insignificante y la búsqueda de la autenticidad. En este artículo muestra su original proceso creativo que hunde sus raíces en la biografía de la artista y que se construye a partir de una indagación pausada y reflexiva. El resultado es un estilo de ilustración muy personal en el que la técnica es una parte inseparable del propio concepto de la obra.
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