Principios ecológicos y gestión de sistemas complejos

• Ángel Pérez-Ruzafa ^[1] ; Concepción Marcos ^[1] ; María Pérez-Marcos ^[2]
  1. [1] Universidad de Murcia

     Universidad de Murcia

     Murcia, España

     
  2. [2] Laboratorio de Control Biológico y Servicios Ecosistémicos Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Medioambiental (IMIDA)
• Localización: Revista de la Academia Canaria de Ciencias: = Folia Canariensis Academiae Scientiarum, ISSN 1130-4723, Vol. 33, Nº. 1, 2021 (Ejemplar dedicado a: Biología), págs. 159-193
• Idioma: español
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• Resumen

  • La Ecología es una ciencia con fuertes implicaciones sociales y capacidad de movilizar corrientes de opinión con consecuencias políticas y económicas, frecuentemente muy al margen de los objetivos ambientales. Pero, ademús, las sociedades humanas y los ecosistemas, constituyen sistemas complejos adaptativos, como la propia vida, que fundamentan su funcionamiento en las leyes de la física, particularmente, en los principios que permiten su existencia a pesar de la segunda ley de la termodinámica.

    La Ecología estudia las relaciones complejas que se establecen entre multitud de e lementos independientes pero interconectados, que constituyen un sistema que crece, evoluciona, se defiende de las agresiones externas, se autorregula, se renueva y tiene vocación de existir indefinidamente. Por ello, los ecosistemas son un buen modelo para estudiar la dinámica y cómo deben gestionarse las sociedades humanas, desde la formación y educación del individuo, hasta la dirección de una empresa o de un estado.

    Los principios ecológicos pueden ser la clave para afrontar numerosos problemas socio-económicos no necesariamente directamente relacionados con la conservación de la naturaleza, sino con las estrategias de gestión social, política o empresarial, los fundamentos de la inviabilidad del Brexit o la financiación de la ciencia, el papel del sufrimiento, el dolor o la muerte.