Este escrito es la transcripción de la charla que oferté al grupo de los compañeros de la Comisión Social de Juezas y Jueces para la Democracia (a la que se unió nuestro amigo Carmelo) el viernes dieciséis de junio de 2023, en el desarrollo del 37º Congreso de la Asociación, y con la que pretendía, por un lado, otorgar la bienvenida a nuestro territorio jurisdiccional de Euskadi a los congresistas laboralistas; y, por otro, presentar el trabajo que realizamos aquí en el País Vasco y así darnos a conocer a través del mismo a todos.
Estoy convencido de que las reuniones y congresos no sólo son para dar a conocer los estudios o criterios existentes, y que, por ello, no consisten en que sean cursos docentes, sino que tienen que ser encuentros en los cuales se presenten críticas, valoraciones, y si es posible innovaciones. La Asociación a la que pertenezco, y ante la que desnudo ahora mi pensamiento, debe tener algo que aportar, algo nuevo que presentar. Si exclusivamente somos altavoces y gestores de lo que dicen otros; si carecemos de iniciativas y construcciones jurídicas en el año 2023 si nuestras reuniones no sirven para infundir un posible cambio de nuestro pensamiento; si no presentamos imaginación o fantasía. Si nada de ello proyectamos cuando nos juntamos para la puesta en común de nuestras ideas, y nos vamos de la reunión congresual igual que llegamos, es probable que sea más provechoso invertir el esfuerzo que supone un Congreso en nuevas actividades formativas, y nos olvidemos de si tenemos algo nuevo que decir.
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