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Resumen de Recientes avances en la suplementación de las vitaminas D y K sobre diferentes aspectos de la patogénesis humana incluido el Covid-19

Francisco Tortuero Cosialls

  • español

    La importancia adquirida por el COVID-19 a nivel mundial ha estimulado la búsqueda de nuevos conocimientos en el campo de la nutrición humana. Recientes avances en la suplementación de las vita-minas D y K han puesto de manifiesto su importancia sobre diferentes aspectos de la patogénesis humana incluida el COVID-19.

    La vitamina D juega un papel importante en la modulación del sistema inmunitario de dos maneras: Estimulando la inmunidad natural frente a infecciones y disminuyendo la activación de la inmunidad ad-quirida por doble vía: inhibiendo los linfocitos Th o impidiendo la ma-duración de células dendríticas.

    Por otra parte, la vitamina D y sus metabolitos influyen sobre el metabolismo muscular, especialmente en el músculo estriado, por tres vías: Trascripción genética, vías rápidas que no implican la síntesis de ADN y las variantes alélicas del receptor de la vitamina D (VDR). La vitamina D actúa directamente en el transporte del fosfato, la entrada del calcio y el metabolismo fosfolipídico.

    En relación con la carcinogénesis, algunos estudios han concen-trado su atención en el metabolito activo 1,25 dihidroxivitamina D (1,25-(OH)2 D3 (calcitriol) que interactúa con los receptores nucleares de dicha vitamina en diferentes órganos. Sin embargo, otros autores no han encontrado esta interacción. Lo que es más evidente es que la vita-mina D en la prevención del cáncer de colon actúa como una potente hormona esteroide.

    En otro sentido, existe una evidencia creciente de que la defi-ciencia en vitamina D puede estar asociada con el riesgo del COVID-19. Sin embargo, estos resultados no se corresponden con los obtenidos por otros autores.

    Finalmente, la recomendación de tomar diariamente 20 μg (800 UI) de vitamina D ha demostrado ser la dosis más efectiva para conse-guir un nivel correspondiente a ± 25 nmol/l.

    La vitamina K es un cofactor esencial para la carboxilación de residuos de ácido glutámico en las denominadas proteínas K dependien-tes que están involucradas en la coagulación de la sangre, el metabolis-mo óseo, la prevención de la mineralización de los vasos sanguíneos y la regulación de varias funciones celulares. Tradicionalmente se cono-cen tres tipos o formas de vitamina K: K1 o filoquinona, K2 o mena-quiona y K3 o menadiona que es la más importante. Las necesidades de vitamina K oscilan entre los 55-90 μg/día en la mujer y los 55-120 μg en el hombre en función del peso. En los últimos años, independiente-mente del papel de la vitamina K sobre la salud ósea se ha dado espe-cial importancia a la relación de las menaquinonas sobre la aterogéne-sis, afectada en alto grado por las conocidas proteínas K proteína de-pendiente (VKD vitamin K-dependent protein). Se ha observado que un descenso de esta vitamina es importante para la salud cardiovascular. Por otra parte, es evidente que la deficiencia de vitamina K se ha vincu-lado con la patogenia y complicaciones de la neumonía causada por el COVID-19, habiéndose comprobado por algunos autores que la vitami-na K activa la matriz de la proteína GLa que ayuda a la protección fren-te a los daños pulmonares y vasculares. La vitamina K también pro-mueve la síntesis extrahepática de la proteína anticoagulante S (PROS 1) que es importante para la prevención de la trombosis y la producción incontrolada de citoquinas que caracteriza la tormenta de citoquinas en los casos del COVID-19

  • English

    The importance acquired by COVID-19 worldwide has stimula-ted the search of new insights in the field of human nutrition. Recent advances in supplementing vitamins D and K have shown its relevance over different aspects of human pathogenesis, including COVID-19.

    The key role that Vitamin D plays in modulating the immune system is twofold. On the one hand, it stimulates natural immunity against infections and it reduces the activation of acquired immunity by inhibiting Th lymphocytes or preventing maturation of dendritic cells.

    On the other hand, Vitamin D and its metabolites affect muscle metabolism, (and particularly, the striated muscle) in three ways: gene-tic transcription, express ways which do not imply DNA synthesis, and allelic variants in vitamin D receptor gene (VDR). Vitamin D acts di-rectly on phosphate transport, calcium entry and phospholipid metabo-lism. In connection with carcinogenesis, several studies have focused on the active metabolite 1,25 dihydroxyvitamin D (1,25-(OH)2D3 (cal-citriol) which interacts with nuclear receptors of such vitamin in diffe-rent organs. However, other researchers have not found such interacti-on. What is evident is that vitamin D acts as a powerful steroid hormo-ne in colon cancer prevention.

    Additionally, there is recent evidence that a deficit in vitamin D may be related with the risk of COVID-19. However, these results do not correspond to those obtained by a number of researches.

    Finally, the recommendation to take 20 μg (800 IU) of vitamin D on a daily basis has proven the most effective dose to achieve a level corresponding to ± 25 nmol/l.

    Vitamin K is an essential co-factor for the carboxylation of resi-dues of glutamic acid in the so-called vitamin K-dependent proteins, which are involved in blood coagulation, bone metabolism, prevention of vascular calcification and regulation of several cell functions.

    Traditionally, there are three known kinds of vitamin K: K1 or phylloquinone, K2 or menaquione and K3 or menadione, which is the most important. The needs of Vitamin K range between 55-90 μg/day in women and 55-120 μg/day in men, depending on the individual´s weight.

    Recently (and leaving aside the role of vitamin K on bone health), particular attention has been paid to the relationship of mena-quinones over atherogenesis, affected to a great high degree by the known Vitamin K-dependent proteins (VKD). A decrease in this vita-min is relevant for cardiovascular health. In addition, it is evident that a deficit of vitamin K is related to the pathogeny and complications of pneumonia caused by COVID-19. Certain researches have verified that vitamin K activated the matrix GLa protein, which protects against lung and vascular damage. Vitamin K also promotes the extrahepatic synthe-sis of the anticoagulant protein S (PROS 1) which is important for the prevention of thrombosis and the uncontrolled production of cytokine that characterizes the cytokine storm in COVID-19 cases.


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