Para enfocar el aprendizaje de las matemáticas de forma inclusiva y eficaz necesitamos tener en cuenta múltiples aspectos. Las pautas son importantes. El equilibrio es fundamental; un equilibrio entre contenidos, procedimientos, intuición y creación. Se trata de un equilibrio dinámico, siempre ajustable y/o modificable en función del grupo/clase y de las carencias y potencialidades de cada alumno. El ambiente que inducimos también es vital: necesitamos crear toda una red de complicidades y empatías que generen posibilidades de mejora día a día.
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