En la presente comunicación se pretende analizar el arquetipo juvenil, masculino y femenino, dibujado por el “cine quinqui”, poniendo en relieve cómo las representaciones culturales articuladas alrededor de los nuevos modelos de juventud toman referencias de la realidad más marginal de los barrios periféricos y, a su vez, transmiten nuevas imágenes que escriben un relato mitificante de la realidad que pretenden señalar. A partir del análisis científico del fenómeno de la nueva juventud en el tardofranquismo y la Transición hacia la democracia española se establecerá una relación entre aquellos jóvenes reunidos por la noche en las calles poco alumbradas, consumiendo alcohol o drogas, y la representación y el discurso construido por la producción filmográfica de los años 70 y 80 en España. Los valores masculinizados son predominantes en todas estas representaciones culturales que se corresponden con el arquetipo de “El quinqui”: fuerza, violencia o rudeza son sólo algunos adjetivos asociados a la reafirmación juvenil, sin abandonar las imágenes relacionadas con el riesgo y el peligro. En este contraste, se buscará encontrar similitudes i disonancias en el contexto del desvanecimiento de la identidad colectiva obrera de la década de los años ochenta, en un escenario de fondo marcado por la crisis económica que se arrastraba desde la década anterior y el declive industrial de estas ciudades a partir del cierre de las empresas. La aparición del fenómeno del paro entre los trabajadores industriales y la incorporación de parte de las jóvenes generación a un sector de servicios en fuerte extensión marcará la pauta en los años sucesivos.
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