Desde chico, desde que en Linares se escondía para estudiar música y tocar la guitarra -en su casa decían: "la guitarra es tabernaria. Que elija otro instrumento"- a los noventa y dos años de su edad hay una larga dedicación y una voluntad firme de alzar ese instrumento de contrapunto de tanguillo a intérprete de una "chacona" de Juan Sebastián Bach. A fuerza de trabajo y de buen pulso, Andrés Segovia ha llevado adelante su obra. La guitarra recibe atención de "clásico" por los compositores y ha subido de su mano al pódium de los grandes conciertos. El maestro Segovia puede vivir en paz.
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