Y de nuevo estalló la "guerra". El volcán que constituye la Policía Nacional volvió a entrar en erupción y obligó a Barrionuevo a emplearse a fondo para reprimir la revuelta: dieciséis afiliados del SUP fueron expedientados y seis de sus dirigentes, que se encontraban en Madrid, fueron obligados a reincorporarse a sus lugares de destino. Aunque Barrionuevo y el SUP negocien a partir del día dieciséis, el diálogo no va a ser fácil.
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