Para conseguir hacer efectivo su programa de reformas políticas el conde-duque de Olivares hubo de enfrentarse al poder que los Consejos habían adquirido. Para ello primero tenía que controlar estos tribunales para evitar toda resistencia; para conseguirlo introdujo en ellos a personas de su confianza. El segundo problema, de mayor calado institucional y político, residía en la pluralidad de consejos nacidos de la diversidad de jurisdicciones existentes y, sobre todo, en la primacía que había alcanzado el Consejo Real; para superar ambos aspectos se procedió a la creación de una Junta de Competencias que se convertiría en la cúspide del entramado... (Ver más) consiliario. La existencia de esta Junta contó, desde el principio, con la oposición del Consejo Real que veía mermadas sus competencias, sobre todo en lo relativo a la resolución de los conflictos jurisdiccionales. Finalmente, y sólo tras la caída del consejero, Felipe IV tomó la decisión de suprimir la Junta.
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