Santiago, Chile
Este artículo busca establecer la relación que existe entre la noción de sentido común y la noción de las máximas de la experiencia. El punto de partida de la argumentación es la definición de sentido común de Clifford Geertz (1999) y la definición de máximas de la experiencia de Coloma y Agüero (2014). Se argumenta que no es posible asimilar el sentido común y las máximas de la experiencia porque ello conduciría a considerar —al valorar la prueba—, prejuicios y sesgos culturales jurídicamente inadmisibles. La conclusión sostiene que las máximas de la experiencia son razonamientos que el juez construye depurando el conocimiento social que está en el sentido común para hacerlo coherente con las exigencias del derecho.
The present work pursues to establish the correlation existing between the notions of common sense and experiential knowledge. The starting point is the definition of common sense made by Clifford Geertz (1999) as well as the definition of experiential knowledge by Coloma and Agüero (2014). This paper argues that it is not possible to assimilate common sense and experiential knowledge, because that would lead to consider — when assessing the evidence— legally inadmissible prejudices and cultural biases. The conclusion sustains that experiential knowledge are reasonings that the judge builds by refining the social knowledge contained in common sense to endow it with coherence with the requirements of law.
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