Elche, España
La Revolución cubana cumple medio siglo de vida y, a pesar de que los últimos veinte años han transcurrido desde la caída del Muro de Berlín, la marea de las transiciones poscomunistas no ha llegado a la mayor isla de las Antillas. En este trabajo se analizan el impacto de la crisis económica, la movilización política no oficial, la división dentro de las élites políticas y la presión internacional como elementos fundamentales en la futura ruptura del régimen cubano. Del análisis realizado se desprende que el factor división entre las élites políticas cubanas en un escenario posfidelista constituye un factor de primer orden en la ruptura del régimen. A mi juicio, este factor puede potenciar el impacto de las otras variables analizadas que ya están presentes con mayor o menor magnitud. Así, un liderazgo político no reconocido por los cubanos potenciará el desarrollo de la sociedad civil y la oposición interna. Sí a lo antedicho se le une el levantamiento –o flexibilización- del embargo (bloqueo) quedarán expuestas ante la ciudadanía las ineficiencias internas en las gestión económica y la crisis subyacente será un elemento dinamizador del proceso de democratización.
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