Cuantificar la probabilidad de impagado de una operación de financiación y calcular el riesgo que se puede llegar a asumir son dos conceptos clave que siempre se pregunta una entidad financiera. Sin embargo, con el nuevo acuerdo de Basilea estos aspectos se han endurecido y ahora las entidades financieras pueden autodiagnósticar las posibles pérdidas que pueden llegar a tener con un cliente. Por este motivo, las entidades emplean modelos de rating para realizar una calificación de la cartera de clientes y calcular la posibilidades de incumplimiento.
En este artículo se explica el método y construcción de un rating, el desarrollo de un rating y cuál es la nueva realidad del riesgo bancario.
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