Cuan terapéutica puede ser la mediación penal en línea

• Stella Maris I. Margetic ^[1] ; María Martha Fernández ^[1] ; Leticia Gilda Peralta ^[1]
  1. [1] Centro de Mediación y Métodos Alternativos de Abordaje y Solución de Conflictos del Poder Judicial de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina
• Localización: Revista Iberoamericana de Justicia Terapéutica, ISSN-e 2718-6822, Nº. 6, 2023
• Idioma: español
• Enlaces
  • Texto completo
• Resumen
  • español

    Las autoras presentan los resultados de una encuesta anónima, voluntaria y virtual realizada a los participantes de los procesos de mediación en línea en el marco del COVID-19 y efectuadas por los profesionales del Centro de Mediación del Poder Judicial de la Ciudad de Buenos Aires, del cual forman parte. Ante la irrupción del nuevo contexto de la pandemia mundial, con las restricciones de confinamiento y frente a la incertidumbre y la vulnerabilidad, en un contexto de parálisis general, desde el Centro de Mediación sintieron el imperativo ético profesional de dar respuesta a los justiciables; para ello se implementó el primer protocolo de actuación del Poder Judicial para audiencias de mediación en línea.

    Una práctica incorporada en ese Centro ha sido la de revisar las intervenciones como mediadores; así lo hicieron con la implementación del Índice de Calidad Objetiva en el 2013 y el 2015 y del Índice de Calidad Subjetiva en el 2018, que permitieron conocer las características del servicio prestado, indicando qué aspectos debían ser mejorados.

    Se aventuraron a preguntar si la mediación, tal como la practicaban en pandemia, se enmarcaba en los lineamientos de la justicia terapéutica y observaron si las intervenciones estuvieron centradas en las personas y la solución de sus problemas, comprendiendo sus situaciones y traumas, actuando con compasión y en forma inclusiva y respetando sus derechos humanos.

    Los hallazgos del sondeo, realizado entre diciembre 2020 y septiembre 2021, mostraron que en un 95.7% de los participantes se sintieron escuchados, respetados, cómodos y comprendidos; en más de un 94%, el mediador intervino para encontrar puntos de acuerdo y utilizó un lenguaje claro en más de un 95%, entre otras cuestiones. Esto les permitió reconocerse como agentes terapéuticos. Unieron el hacer del mediador y el sentir de los participantes con resultados positivos en términos de justicia terapéutica.

  • English

    The authors present the results of an anonymous, voluntary and virtual survey conducted among the participants of the online mediation processes within the framework of COVID-19 and carried out by professionals from the Mediation Center of the Judiciary of the City of Buenos Aires, of which they are part. Given the emergence of the new context of the global pandemic, with the confinement restrictions and in the face of uncertainty and vulnerability, in a context of general paralysis, the Mediation Center felt the professional ethical imperative to respond to the parties; to his end, the first protocol of action of the Judiciary for online mediation hearings was implemented.

    A practice incorporated in this Center has been to review the interventions as mediators, as they did with the implementation of the Objective Quality Index in 2013 and 2015 and the Subjective Quality Index in 2018, which allowed to know the characteristics of the service provided, indicating which aspects needed to be improved.

    They ventured to ask whether mediation, as practiced during the pandemic, was framed within the guidelines of therapeutic jurisprudence and observed whether the interventions were focused on people and the solution of their problems, understanding their situations and traumas, acting with compassion and inclusiveness and respecting their human rights.

    The findings of the survey conducted between December 2020 and September 2021, showed that 95.7% of participants felt heard, respected, comfortable and understood; in more than 94% the mediator intervened to find points of agreement; and in more than 95%, the mediator used clear language, among others. This allowed them to recognize themselves as therapeutic agents. They united the mediator's work and the feelings of the participants with positive results in terms of therapeutic jurisprudence.