María Elena Ponce Díaz, Adriana Patricia Rodriguez Hernández, Blanca Silvia González López, Norma Leticia Robles Bermeo, Carlo Eduardo Medina Solís, Carolina Sámano Valencia, María de Lourdes Márquez Corona
Las enfermedades cardiovasculares (ECV), así como las enfermedades periodontales son consideradas enfermedades crónicas inflamatorias no-transmisibles, cuya asociación ha sido controversial. Según el estudio de la carga mundial de morbilidad (The Global Burden of Disease) de 2015 se estima que hubo 422.7 millones de casos de ECV y 17.92 millones de muertes por ECV en México, las ECV se encuentran dentro de las 3 principales causas de muerte a nivel nacional según las estadísticas del INEGI en 2020, representan el 77% del total de muertes en adultos. Se considera a la periodontitis la sexta enfermedad que más prevalece en la población adulta, afecta al 11.2% de la población mundial. Tanto las ECV como la periodontitis, son patologías con mecanismos inflamatorios similares, las cuales han demostrado tener una relación bidireccional, de igual manera, se involucran similares factores de riesgo en ambas patologías, los cuales pueden ser ambientales, endógenos y exógenos entre los que se encuentra el tabaquismo, estrés, alcoholismo, factores hereditarios, hiperglucemia, factores nutricionales, hormonales, agentes farmacológicos, entre otros. Por otro lado, la etiología de la periodontitis deriva de la disbiosis de la biopelícula dental, en dónde el predominio de especies patógenas reconocidas como es Porphyromonas gingivalis, se ha asociado a ECV como es la aterosclerosis. P. gingivalis perteneciente al complejo rojo de la placa subgingival descrita por Socransky y col. desde 1998. Especie que se ha implicado en la relación entre ECV como es la ateroesclerosis. Se ha demostrado que P. gingivalis presenta varios factores de virulencia los cuales pueden influir en el desarrollo y la evolución no solo de periodontitis sino también de las ECV, incluida la ateroesclerosis.Recibido: 3/2/2022Aceptado: 4/4/2023
Cardiovascular diseases (CVD), as well as periodontal diseases, are considered non-communicable chronic inflammatory diseases, whose association has been controversial. Despite its high prevalence worldwide, according to the 2015 Global Burden of Disease study, it is estimated that there were 422.7 million cases of CVD and 17.92 million deaths from CVD in Mexico, CVDs are among the 3 main causes of death at the national level according to INEGI statistics in 2020, they represent 77% of all deaths in adults. On the other hand, periodontitis affects 11.2% of the world population and is considered the sixth most common human disease. Both CVD and periodontitis are pathologies with similar inflammatory mechanisms, which have been shown to have a bidirectional relationship, in the same way, similar risk factors are involved in both pathologies, which can be environmental, endogenous and exogenous among which are find smoking, stress, alcoholism, hereditary factors, hyperglycemia, nutritional and hormonal factors, pharmacological agents, among others. On the other hand, the etiology of periodontitis derives from the dysbiosis of the dental biofilm, where the predominance of recognized pathogenic species such as Porphyromonas gingivalis, has been associated with CVD such as atherosclerosis. P. gingivalis belonging to the red subgingival plaque complex described by Socransky et al. since 1998. A species that has been implicated in the relationship between CVD, such as atherosclerosis. It has been shown that P. gingivalis presents several virulence factors which can influence the development and evolution not only of periodontitis but also of CVD, including atherosclerosis.
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