Créanme, la redacción de este artículo tiene miga. Tener que escribir de forma entusiasta sobre cualquier actividad relacionada con el término auditoría, con la que está cayendo -véase Parmalat como ejemplo más reciente- estarán conmigo en que no es tarea fácil. En este artículo se aboga por una auditoría de marca sistemática y habitual. No en vano esta herramienta permite conocer el estado de salud de la marca entre sus diferentes públicos objetivo, amén de identificar con antelación signos que anuncian una evolución en el pensamiento de dichos públicos y, por tanto, requisitos nuevos para la marca. En el artículo se abordan los contenidos fundamentales de este ejercicio y su objeto.
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