Resumen de La construcción del rol de supervisora clínica
La larga experiencia profesional que he tenido me ha enseñado, entre otras cosas, que no hay cánones inmutables aplicables a cualquier situación, menos aún a cualquier persona. De ahí que no trataré de explicar, ni de definir o precisar, cómo se construye el rol de supervisor, sino que me limitaré a reflexionar sobre cómo yo construí mi rol de supervisora, como me constituí en cuanto supervisora. De dónde partí, en qué me apoyé… y cómo desarrollé esta parte, importante y significativa, de mi vida profesional.En cuanto al punto de partida, hay dos palabras, que se repiten, y están en el origen de esa tarea de constitución de un nuevo, aunque complementario, rol profesional: duda e insistencia. Ambas, con varios significados y contenidos, que explicaré más adelante. Tras ellas, hay un tercer aspecto crucial: la existencia de varias personas que deseaban reflexionar sobre su práctica profesional y se dirigieron a mí, insistentemente, para que las ayudara en esa tarea, para que las supervisara.A lo largo del capítulo trataré, pues, de analizar esos aspectos señalados y otros que se derivan de ellos: la forma en que entiendo la supervisión, por qué hablo de “supervisión clínica”, la relación teoría-práctica, el lugar de la teoría en la supervisión, la relación supervisora-supervisados, dificultades encontradas y aprendizajes realizados en más de veinticinco años como supervisora clínica.
