Con el objetivo de alcanzar el máximo nivel de seguridad posible, existe una incesante actividad di- rigida al desarrollo de sistemas más precisos y efi caces cuyas capacidades permitan descubrir todo tipo de amenazas. En este contexto, la radiación de terahercios ha demostrado un gran potencial en la detección e identificación de objetos ocultos. De hecho, cada vez es más habitual encontrar en los aeropuertos escáneres que hacen uso de esta radiación para identificar amenazas como armas o explosivos adosados al cuerpo. Pero esta tecnología puede ser también aplicada en el área de las comunicaciones de alta velocidad y en el desarrollo de radares de altas prestaciones.
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