A mediados del siglo XVI se descubrió en Sevilla un foco de herejía protestante a la que pertenecían damas nobles y doctas que leían obras prohibidas por la Inquisición. Las ideas reformadas penetraron también en los conventos de Santa Isabel y Santa Paula donde varias monjas se entregaron y predicaron las nuevas formas de piedad.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados