La comprensión de los Evangelios sinópticos debe considerar central la resistencia de las comunidades cristianas a la violencia imperial romana. Escritos después de la destrucción de Jerusalén en el año 70, los sinópticos relatan la búsqueda de esperanza frente a la opresión y la pobreza de la posguerra, en la memoria de Jesús y su promesa de liberación proclamada cerca de cuatro décadas antes, en una situación histórica distinta, pero también marcada por la violencia política. Esos dos tiempos históricos, el de Jesús y el de la redacción de los textos, forman en los Evangelios una constelación donde la cruz cristiana es interpretada como protesta contra la violencia imperial.
Iglesia Viva, n.287, julio-septiembre 2021, pp.55-64
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