Quizás lo primero que tengo quehacer, antes de ningún planeamiento, espedir perdón por tomarme la palabrafrente a una situación en la que directamente,no tendría nada qué decir, ya que nunca mehe visto en la dramática situación de tener que decidirfrente a un embarazo no deseado o un aborto. Demasiadasgentes (especialmente varones), discuten ytoman posiciones y decisiones ante una realidad queen sentido estricto no les pertenece, casi ni les incumbe,ya que no se comprometen con los hijos o hijasque han engendrado. Creo que la única palabra plenamenteválida sobre el aborto o la interrupción delembarazo la tienen los millones de mujeres que en elmundo se ven constantemente abocadas a estadramática situación.
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