• El aumento de esperanza de vida ha provocado un aumento relevante del número de personas con dependencia.
• La dependencia puede proceder de una discapacidad, pero una discapacidad no tiene por qué comportar una dependencia.
• Los grados de dependencia se valoran mediante la aplicación de un baremo que establece criterios objetivos de valoración del grado de autonomía de la persona y de su capacidad para realizar las distintas ABVD, así como la necesidad de apoyo y supervisión para su realización por personas con discapacidad intelectual o con enfermedad mental.
• El informe de salud constituye el punto de partida en el proceso de valoración en tanto que permite examinar las condiciones de salud de la persona que pueden afectar a su funcionamiento en las ABVD.
• La LAPAD establece una serie prestaciones de atención a la dependencia, orientadas a mejorar la calidad de vida y autonomía de las personas con grado de dependencia reconocido.
• El programa individual de atención a la dependencia, conocido como el PIA, es la propuesta de servicios y/o prestaciones, elaborada entre la trabajadora social de los servicios sociales y la persona dependiente/o familia, para promover su máxima autonomía.
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