Las partes de todo proceso penal, víctima e infractor, pueden acudir voluntariamente, en cualquier momento del procedimiento judicial que se siga por la comisión de un delito, a la justicia restaurativa, en concreto a la herramienta que más se está usando en España, la mediación penal. Si las partes llegan a un acuerdo reparatorio, su integración en el proceso penal no genera problema alguno, sin embargo, cuando incorporado el acuerdo, éste se incumple, no encontramos ante una situación de alegalidad que provoca distintas soluciones a lo largo de todo el territorio nacional, en función de la gravedad del delito o de la fase procedimental en las que se encuentre el asunto.
Situación que genera una mayor victimización y un alto grado de inseguridad jurídica para todos los operadores jurídicos incluyendo jueces, fiscales y sobre todo abogados, que son quienes tienen defender los intereses de sus clientes.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados