Gracias al protagonista de la serie Doraemon, un robot llegado del siglo XXII y lleno deinventos futuristas, Nobita Nobi - un adolescente japonés terriblemente torpe y pusilánime - puede sortear sus infortunios. Ante los problemas de la humanidad, ¿podemos esperar nosotros también la llegada repentina y fortuita de algún milagro tecnológico similar a Doraemon? ¿O es un anhelo de un Doraemon que nos traiga soluciones mágicas lo que nos ha impedido cambiar nuestra sociedad?
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