El uso del tacógrafo en ciertos medios de transporte terrestre constituye una obligación que persigue controlar diferentes elementos relativos a la conducción. La jurisprudencia del Tribunal Supremo ha establecido que el tacógrafo digital es un documento oficial a efectos de un posible delito de falsedad documental, a raíz de ciertos casos en los que dicho instrumento fue manipulado mediante técnicas consideradas como tradicionales. No obstante, en los últimos años se han detectado nuevas formas de manipular o alterar el tacógrafo digital, que implican sanciones extrapenales y generan importantes problemas probatorios. En este trabajo se analizan tres de esas nuevas metodologías detectadas en la práctica diaria argumentándose sobre su posible incardinación en alguna modalidad de falsedad documental.
The use of the «tachograph» in some vehicles is an obligation that seeks to control the correct way of driving. The jurisprudence of the Supreme Court has established that the «digital tachograph» is an official document whose alteration can give rise to a crime of documentary falsification. This interpretation occurs on more traditional «tachograph» manipulation cases. However, in recent years new ways of manipulating the «digital tachograph» have been detected, which imply administrative sanctions and generate procedural problems. In this paper we will analyze three new methodologies, detected in daily practice, and we will discuss their possible incardination in some type of documentary falsification crime.
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