En los Espejos de príncipes, el buen gobernante se distingue por dejarse guiar por las virtudes cardinales de la prudencia, la moderación, la valentía (fortitudo) y la justicia. Puesto que sobre la locura de don Quijote, esto es, la falta de prudencia, ya se ha discutido mucho y dado que es evidente su falta de moderación, a continuación se observará cuál es la relación de don Quijote con la valentía y la justicia. Se pretende mostrar con ello cómo podría imaginarse a don Quijote como gobernante. Que don Quijote no aparece en sus batallas como vencedor, sino como alguien perseguido por la derrota, puede aclararse mediante la virtud de la valentía. Su trato con la ley, en cambio, es el resultado de su idea de justicia.
In the Mirrors of Princes the good ruler distinguishes himself by being guided by the cardinal virtues of prudence, temperance, fortitude and justice. Since don Quijote’s madness, i.e. the lack of prudence, has been much discussed and as his lack of temperance is equally evident, the following analysis will be dedicated to how don Quijote can be related to fortitude and justice. It is intended to show in how far one could imagine don Quijote as a ruler. The fact that don Quijote does not appear as a winner in his battles, but rather as someone suffering nothing but defeats, could be explained in terms of the virtue of fortitude. His dealings with the law, on the other side, result from his idea of justice.
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