Murcia, España
La ocupación del sureste de la península Ibérica por el reino de Castilla en el siglo XIII generó una frontera con el reino musulmán de Granada. La organización de la nueva demarcación necesitaba de un sistema de defensa que asegurase las tierras recién incorporadas, y así se articularon procedimientos de soporte de los principales enclaves como nodos de una red que dibujaba un esquema de puntos fortificados de menor entidad que completaban esa estrategia de defensa en profundidad. La intervención aragonesa en la Murcia de 1296 no varió los usos fronterizos, pero la firma de Torrellas generó dos territorios cristianos con diferente soberanía, aunque con similares intereses militares defensivos, lo que consolidó un sistema de defensa en la frontera oriental con Granada hasta la desaparición del sultanato nazarí, ya a finales del siglo XV.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados