En la actualidad, todos los autores están de acuerdo en considerar que en esta etapa fisiológica de la vida de la mujer una alimentación racional es la mejor ayuda para prevenir accidentes, como los abortos espontáneos y repetidos, los partos prematuros y las repercusiones en el desarrollo del recién nacido (falta de peso, talla reducida, menor resistencia a las infecciones…) La malnutrición es más importante si los embarazos son consecutivos y con cortos intervalos entre ellos; en este caso se agotan las reservas maternas y es difícil que el organismo de la mujer no se resienta (anemias, descalcificaciones…).
Atención especial merecen las embarazadas adolescentes, ya que tienen unas necesidades superiores a las de la mujer adulta porque todavía están en edad de crecimiento.
La mujer gestante debe sintetizar muchos tejidos nuevos, todo ello justifica el aumento fisiológico de peso que en el embarazo representa unos 9-12 kilos para mujeres en normopeso y talla media. Si su peso es deficitario, es recomendable que ganen los 12 kilos para el mejor devenir de su gestación, y las que inician el embarazo con sobrepeso u obesidad se deberían limitar a engordar entre 6-7 kilos.
Cabe destacar que habitualmente el comportamiento alimentario de la mujer no corresponde en general a las necesidades reales, ya que como, al principio del embarazo la mayoría comen menos de lo normal, porque a menudo presentan malestar, mareos, náuseas e incluso vómitos como respuesta a los grandes cambios metabólicos que se producen en su organismo.
Durante el segundo trimestre comen normal, pero es en el tercero cuando las necesidades han aumentado mucho a consecuencia de la gran demanda fetal, suelen comer menos, se encuentran poco ligeras, y frecuentemente disminuye la actividad física, lo que repercute en una falta de apetito.
Por todas estas razones el organismo pone en funcionamiento, desde el principio del embarazo, mecanismos compensadores de este comportamiento de la mujer, poco acorde como hemos visto con la realidad de la demanda.
Nowadays, all of the authors agree that a healthy diet is the best way to prevent accidents during this stage of a woman’s physical life, such as spontaneous and repeated abortions, premature births, and complications during the development of the newborn (weight gain, shorter height, lower resistance to infections, etc.). Malnutrition is more serious when the abortions are repeated frequently and with short intervals between them. In this case, the mother’s reserves are damaged, making it difficult for the female’s body to survive (anemia, low calcium levels…).
Adolescents who are beaten deserve special attention because they have needs that are higher than those of an adult woman because they are always growing older.
The mother-to-be needs to trim a lot of new tejidos in order to justify the physiological weight gain, which ranges from 9 to 12 kilograms for women of average height and weight. If your weight is low, it is recommended that you gain 12 kilograms for the best outcome of your pregnancy. Those who start the pregnancy with obesity or excess weight should limit themselves to 6-7 kilograms.
It is important to note that a woman’s eating habits typically do not correspond to her actual needs. This is because, at the beginning of the pregnancy, the majority of women eat less than normal because they frequently experience nausea, vomiting, and even vomiting as a response to the significant metabolic changes in their bodies.
During the second quarter, eating is normal; however, during the third, when the demands have increased significantly as a result of the high fetal demand, eating is limited, people tend to be less active, and this frequently results in a lack of appetite.
Because of all of these reasons, the body uses mechanisms to compensate for the woman’s behavior from the beginning of the attack, which is not very in line with the reality of the demand.
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