Introduction

• Margaroni, Maria ^[1]
  1. [1] University of Cyprus

     University of Cyprus

     Chipre

     
• Localización: Theory Now. Journal of Literature, Critique, and Thought, ISSN-e 2605-2822, Vol. 6, Nº. 1, 2023, págs. 1-12
• Idioma: inglés
• Títulos paralelos:
  • Introduction
  • Introducción
• Enlaces
  • Texto completo
• Resumen
  • español

    Una de las principales contribuciones de Julia Kristeva en todos los diversos campos de estudio en los que ha trabajado desde su aparición como teórica de la semiótica y la literatura de vanguardia a mediados de la década de 1960 es su atención al cuerpo y a lo corporal. Algunos de sus conceptos centrales de aquella época, como la semiótica, el semanálisis, la chora y el significante, han ayudado a teóricos de las artes y las humanidades, pero también de las ciencias sociales y médicas, a hacer justicia a la compleja vulnerabilidad del sujeto en proceso en la encrucijada entre la biología y el lenguaje. Es significativo que llegue a desarrollar el concepto de sujeto en proceso en un ensayo de 1972 sobre Antonin Artaud, cuya comprensión corpórea de la escritura permitió a Kristeva teorizar una experiencia literaria que se niega a estetizar el sufrimiento psíquico o corporal y que aspira a convertirse en un laboratorio para la incubación de nuevas percepciones de lo humano menos arrogantes con la especie.

  • English

    One of the major contributions of Julia Kristeva in all the diverse fields of study she has worked in since her emergence as a theorist of semiotics and avant-garde literature in the mid-1960s is her attention to the body and the bodily. Some of her central concepts of that period, such as the semiotic, semanalysis, the chora, and signifiance, have helped theorists in the Arts and Humanities but also in the Social and Medical sciences do justice to the complex vulnerability of the subject-in-process/on trial at the crossroads between biology and language. It is significant that she comes to develop the concept of the subject-in-process/on trial in a 1972 essay on Antonin Artaud, whose corporeal understanding of writing enabled Kristeva to theorize a literary experience that refuses to aestheticize psychic or bodily suffering and that aims to become a laboratory for the incubation of new, less species-arrogant perceptions of the human.