Este artículo relata una historia apasionante. La aventura de dos obreros andaluces de la Rio Tinto Company que fueron reclutados en 1910 para trabajar como "expertos extranjeros" en las fundiciones de cobre que el gobierno chino estaba abriendo en la provincia de Gansu, en la última frontera China. Un lugar tan alejado, que es donde hoy China hace sus pruebas nucleares y lanza sus cohetes al espacio. Pudieron pasar de colonizados a colonizadores, pero la suerte no les sonrió. La revolución de 1911 les obligó a huir, recorriendo los abandonados senderos de la Ruta de la Seda hasta alcanzar el Transiberiano.
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