En este artículo se analizan las características esenciales del modelo macroscópico y de los modelos atómico-moleculares que se utilizan para interpretar la velocidad de una reacción y explicar su dependencia con la energía de activación, la concentración de los reactivos y la temperatura, haciendo especial énfasis en la argumentación del efecto de cada variable. Además, se destacan las dificultades conceptuales que crea la no introducción previa del concepto de mecanismo de reacción y la utilización indiscriminada de los modelos de colisiones y del estado de transición.
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