La realidad que vivimos es, en todos los ámbitos, cada vez más compleja. Más de lo que podemos percibir. Lo que lleva a pensar que hay una parte de esa realidad que desconocemos.
"¿Qué es la complejidad? A primera vista, es un fenómeno cuantitativo, una cantidad extrema de interacciones e interferencias entre un número muy grande de unidades [...] Pero la complejidad no comprende solamente cantidades de unidades e interacciones que desafían nuestras posibilidades de cálculo; comprende también incertidumbres, indeterminaciones, fenómenos aleatorios" (Morin, 1994) Justamente este es el entorno en el que las organizaciones se sitúan e interactúan entre sus componentes.
Partiendo de esta premisa, podemos comprender el desafío que significa analizar la realidad de una empresa y tomar decisiones en base a este análisis. ¿Cómo abordar esta complejidad?
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