Sergio Iván Arroyave Arrubla, Diana Patricia Gómez Zárate
En el presente artículo exponemos los procesos de territorialización que configuraron cuatro paisajes campesinos entre 1950 y 2016 en Río Verde de los Montes (Antioquia, Colombia). Esto desde una perspectiva de la geografía posthumana sustentada en experiencias de campesinos, las cuales se materializan en dinámicas de territorialización, desterritorialización y reterritorialización que permitieron la emergencia de paisajes cambiantes y múltiples. Estos procesos generan la coproducción de paisajes en donde ocurren transformaciones mutuas entre seres humanos y naturalezas, bajo la concepción de que los órdenes sociales y naturales son procesos de hibridación.
La metodología utilizada permitió identificar los procesos de configuración del paisaje desde la vivencia y la observación del territorio, para lo cual fueron útiles herramientas de investigación etnográfica y geográfica como el diario de campo, la fotografía, la lectura, la restitución y la elaboración de cartografía, la lectura de fotografía aérea y satelital, la elaboración de didácticas gráficas y los recorridos. Desde de esta metodología se hizo descripción del paisaje a partir de sus líneas y texturas y cómo surgen de las interacciones entre lo humano, lo biológico y lo físico.
De esta manera, en el artículo reflexionamos sobre las experiencias, que planteamos como nodos de agrupación de las interacciones entre campesinos, materialidades que se crean a partir de las prácticas y otros seres vivientes, y para esto la descripción y el análisis los desarrollamos a partir de cuatro paisajes. El primero lo construimos en torno a las prácticas con el bosque y los cultivos de autoconsumo entre los años cincuenta y setenta, a través del cultivo de maíz, la cacería y la arriería. En la experiencia sobre el maíz reflexionamos sobre las acciones y conocimientos implicados, sobre la cacería explicamos que hay movimiento entre territorialidades del campesino y del animal que lucha por su espacio y su forma de vida, y sobre la arriería exponemos la relación de los tránsitos del paisaje por medio de los caminos que dieron cuenta de las conexiones con otros paisajes y territorios.
El segundo paisaje, que ubicamos entre las décadas de los ochenta y noventa, lo desarrollamos a partir del cultivo del café y de la llegada de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP). En este nuevo paisaje la cosecha de café marca los tiempos y tránsitos de los campesinos de acuerdo a la altura de los cultivos, y en relación a la presencia de la guerrilla, Río Verde de los Montes fue territorializado como reclutamiento, escondite y curación, lo cual fue favorecido por la lejanía y los bosques abundantes.
El paisaje de la guerra y el desplazamiento campesino es una construcción en la que predomina la disputa por el territorio a través de acciones bélicas de parte de las FARC-EP, las Autodefensas Campesinas del Magdalena Medio (ACMM) y el Ejército Nacional. En este paisaje predominan las prácticas de territorialización militar y el miedo, lo que ocasionó desterritorialización de varias familias campesinas al tener que abandonar sus tierras, por lo que fueron alterados los espacios campesinos característicos como la casa y los cultivos, y también las interacciones con lo no humano.
El último paisaje, entre principios del año 2000 y el 2016, es uno de reterritorialización a partir del retorno y de nuevas interacciones marcadas por la electrificación y la venta de servicios ambientales. El retorno es marcado por el reencuentro con las casas y las tierras y con el monte que territorializó estos espacios frente a la ausencia campesina. La electrificación domiciliaria permitió que surgieran nuevas prácticas y que otras fueran reconfiguradas a partir de la inclusión de máquinas y electrodomésticos. Finalmente, la venta de servicios ecosistémicos replantea al bosque como espacio de conservación y al campesino como prestador de servicios ambientales.
Concluimos que en las interacciones de formas diversas con otros actores, materialidades y seres vivientes, el campesino construye territorializaciones a través del tiempo y configura nuevos paisajes que surgen de la yuxtaposición con otras territorialidades humanas y no humanas. Este análisis se logró a través de la geografía posthumana, para lo cual fue acertado el uso de la etnografía, puesto que, por medio de esta se pudo vivir el territorio y acercarse a la perspectiva de las familias campesinas. Finalmente, sostenemos que este artículo abre un panorama sobre una forma distinta de analizar los procesos que crean y dan forma a los paisajes en el contexto rural colombiano.
This article outlines the territorialization processes that shaped four rural landscapes between 1950 and 2016 at Rio Verde de los Montes (Antioquia, Colombia), We adopted the perspective of post-human geography based on the experiences of peasants, materialized as territorialization, de-territorialization, and re-territorialization dynamics that led to the emergence of diverse and changing landscapes. These processes foster the co-production of landscapes where both human beings and nature undergo mutual transformations under the conception that social and natural processes are hybridization processes.
The methodology used allowed identifying the landscape configuration processes ranging from landscape experience and observation, using ethnographic and geographic tools such as field diary, photographs, reading, review and elaboration of cartography, interpretation of aerial and satellite images, elaboration of educational graphs, and tours. This methodology supported the description of landscapes from their profiles and textures emerged from the interactions between human, biological and feature elements.
In this way, this article reflects on the experiences herein understood as nodes that cluster the interactions between peasants, resulting in material assets resulting from the activities of humans and other living organisms; to this end, we developed descriptions and analyses considering four landscapes. The first was built around forest-related activities and agriculture for self-consumption between the 1950s and 1970s through maize crops, hunting and mule-driving. As regards the experience on maize, we reflected on the actions and knowledge involved; as regards hunting, we explain the dynamics between the territorialities of peasants and animals fighting for their territory and life form, and on mule-driving, we outline the relationship of transiting landscapes by roads connecting farmland areas with other landscapes and territories.
The second landscape, identified between the decades of 1980s and 1990s, was developed from coffee cultivation and the emergence of guerrilla (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo, FARC-EP [Revolutionary Armed Forces of Colombia-People’s Army]). In this new landscape, coffee cultivation drives the timing and transit of peasants according to culture altitude; regarding the guerrilla, Rio Verde de los Montes was territorialized for recruitment, hiding and healing place, favored by the abundant forests and remoteness.
The war and peasant-displacement landscape was driven by territorial disputes through military actions by FARC-EP, the Magdalena Medio Peasant’s Self-Defense group (ACMM), and the National Army. The military territorialization and fear-inducing practices prevailed in this landscape, resulting in the de-territorialization of multiple peasant families that abandoned their land; as a result, the typical rural spaces including households and cropland were altered, as well as the interactions with non-human elements.
The last landscape, which was recorded from the year 2000 to 2016, is characterized by re-territorialization from the return and new interactions fostered by access to electricity services and sale of environmental services. This return is marked by a re-encounter with households and land, as well as with wild areas that invaded these spaces under the absence of peasants. The supply of household electricity allow new practices as well as the reconfiguration of others resulting from the use of electric appliances and machinery. Finally, the sale of ecosystemic services defines the forest as a conservation area and the peasant as a supplier of environmental services.
We conclude that from the various interactions with other actors, materials and living organisms, the peasant builds territorializations through time and creates new landscapes from the overlap with other human and non-human territorialities. This analysis was achieved through post-human geography, for which the use of ethnography was right, as this approach allowed to gain experience in the territory and come closer to the perspective of rural families. Finally, we believe this article sets the basis of a different approach to analyze the processes leading to and shaping landscapes within the rural context in Colombia.
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