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Resumen de Tecnología e innovación: una apuesta para desarrollar el agro colombiano

Alexander Atehortua Gonzalez

  • español

    El creciente aumento de la población enfrenta a la agricultura a un reto enorme, generar procesos para producir alimentos tendientes a abastecer a una población cada vez mayor, la cual se calcula que para el año 2050 se situará en 9.200 millones de personas. Este reto incluye entre otros, el aumento de la productividad, la eficiencia en el uso de los recursos naturales y la disminución de los costos de producción, preservando a su vez la sostenibilidad económica, medioambiental y social.En el caso de nuestro país, Colombia cuenta con el potencial necesario para tener una producción agropecuaria de gran magnitud y desarrollar una potente agroindustria que le permita crear un nuevo motor de crecimiento económico y convertirse en un importante proveedor de alimentos. Según el último Censo Nacional Agropecuario (2014), de los 43 millones de hectáreas que ocupa el agro colombiano, el 80 por ciento, es decir, 34,4 millones, corresponde a pastos y rastrojo y el 20 por ciento restante, o sea, 8,6 millones de hectáreas, a cultivos transitorios y permanentes. Eso indica que existe aún un inmenso territorio por sembrar con productos alimenticios.Para lograr un gran desarrollo del sector y aprovechar al máximo nuestro potencial productivo, se requiere de mano de obra cualificada, sin embargo, a los jóvenes de nuestro país no les atrae el campo, esto según reportes de diferentes organismos e instituciones, los cuales muestran la alta tasa de migración de los jóvenes a zonas urbanas, producto del conflicto armado, la falta de oportunidades económicas y sociales y el bajo desarrollo tecnológico del área rural, entre otros.Por tal razón, tenemos que encontrar la fórmula para que los jóvenes retornen al campo y lo encuentren atractivo para desarrollar su proyecto de vida. Una alternativa puede estar en el aprovechamiento del avance de la infraestructura en las comunicaciones, la cual ha facilitado el acceso de la población rural a las TIC. Emplear la conectividad para incorporar nuevas tecnologías a los procesos productivos, permitirá un uso más eficiente de los recursos y mejorará los resultados esperados en cuanto a producción y sostenibilidad. Otra opción que se debe impulsar y promover es la mecanización y automatización del agro en el corto plazo, esta apuesta requerirá de avances importantes en el fomento de la inversión de capital gubernamental y empresarial para la adquisición de maquinaria, equipos y herramientas, así como del desarrollo de plataformas y aplicaciones móviles que estén disponibles para el productor, de tal forma que pueda articularse directamente al comercio de sus productos.Para lograr este nuevo cambio hacia una agricultura tecnológica o agrotecnología (AgTech- concepto mundial que designa y agrupa las nuevas tecnologías emergentes que aplicadas al sector agropecuario impactarán fuertemente su desarrollo), los futuros profesionales del sector deberán desarrollar nuevas habilidades y competencias técnicas y sociales que les permitan integrarse y ser un eslabón fuerte dentro de la cadena globalizada de la producción y comercialización de alimentos y sus derivados.Entendiendo la realidad anterior, los centros de formación agropecuarios deben promover y potenciar en sus aprendices e instructores el uso de herramientas tecnológicas dentro de una cultura ecológica (eco-amigable), que permita construir nuevos conocimientos para ser aplicados a su entorno productivo. Profundizar en temas como el uso de software de gestión para la administración de sistemas agropecuarios, la aplicación y desarrollo de aplicaciones móviles gratuitas y de libre descarga (APP´s) para la gestión de fincas y el marketing digital, el uso de drones para el mapeo de unidades agropecuarias y el manejo de la variabilidad espacial, la incorporación y aprovechamiento de los sistemas de posicionamiento global para la generación y adquisición de información para la toma de decisiones de campo, entre otros, deberán hacer parte de la formación profesional integral que desarrollamos en la entidad.Volver atractivo el campo para desarrollar el agro requiere, por lo tanto, la integración de la formación, la investigación, el desarrollo tecnológico, la innovación y la extensión agropecuaria, procesos complementarios y muy necesarios para poner al servicio de los productores rurales, los resultados de las investigaciones por medio de profesionales cualificados para la prestación del servicio. Desarrollar a lo grande el campo colombiano, es una idea que nos debe poner a soñar, no solo para aprovechar la inmensa riqueza natural de nuestro país, sino para devolver al campo y a los campesinos el lugar que se merecen, dignificar la profesión más antigua de la humanidad, generar equidad social y consolidar la paz de nuestro hermoso país.

  • English

    El creciente aumento de la población enfrenta a la agricultura a un reto enorme, generar procesos para producir alimentos tendientes a abastecer a una población cada vez mayor, la cual se calcula que para el año 2050 se situará en 9.200 millones de personas. Este reto incluye entre otros, el aumento de la productividad, la eficiencia en el uso de los recursos naturales y la disminución de los costos de producción, preservando a su vez la sostenibilidad económica, medioambiental y social.En el caso de nuestro país, Colombia cuenta con el potencial necesario para tener una producción agropecuaria de gran magnitud y desarrollar una potente agroindustria que le permita crear un nuevo motor de crecimiento económico y convertirse en un importante proveedor de alimentos. Según el último Censo Nacional Agropecuario (2014), de los 43 millones de hectáreas que ocupa el agro colombiano, el 80 por ciento, es decir, 34,4 millones, corresponde a pastos y rastrojo y el 20 por ciento restante, o sea, 8,6 millones de hectáreas, a cultivos transitorios y permanentes. Eso indica que existe aún un inmenso territorio por sembrar con productos alimenticios.Para lograr un gran desarrollo del sector y aprovechar al máximo nuestro potencial productivo, se requiere de mano de obra cualificada, sin embargo, a los jóvenes de nuestro país no les atrae el campo, esto según reportes de diferentes organismos e instituciones, los cuales muestran la alta tasa de migración de los jóvenes a zonas urbanas, producto del conflicto armado, la falta de oportunidades económicas y sociales y el bajo desarrollo tecnológico del área rural, entre otros.Por tal razón, tenemos que encontrar la fórmula para que los jóvenes retornen al campo y lo encuentren atractivo para desarrollar su proyecto de vida. Una alternativa puede estar en el aprovechamiento del avance de la infraestructura en las comunicaciones, la cual ha facilitado el acceso de la población rural a las TIC. Emplear la conectividad para incorporar nuevas tecnologías a los procesos productivos, permitirá un uso más eficiente de los recursos y mejorará los resultados esperados en cuanto a producción y sostenibilidad. Otra opción que se debe impulsar y promover es la mecanización y automatización del agro en el corto plazo, esta apuesta requerirá de avances importantes en el fomento de la inversión de capital gubernamental y empresarial para la adquisición de maquinaria, equipos y herramientas, así como del desarrollo de plataformas y aplicaciones móviles que estén disponibles para el productor, de tal forma que pueda articularse directamente al comercio de sus productos.Para lograr este nuevo cambio hacia una agricultura tecnológica o agrotecnología  (AgTech-  concepto mundial que designa y agrupa las nuevas tecnologías emergentes que aplicadas al sector agropecuario impactarán fuertemente su desarrollo), los futuros profesionales del sector deberán desarrollar nuevas habilidades y competencias técnicas y sociales que les permitan integrarse y ser un eslabón fuerte dentro de la cadena globalizada de la producción y comercialización de alimentos y sus derivados.Entendiendo la realidad anterior, los centros de formación agropecuarios deben promover y potenciar en sus aprendices e instructores el uso de herramientas tecnológicas dentro de una cultura ecológica (eco-amigable), que permita construir nuevos conocimientos para ser aplicados a su entorno productivo. Profundizar en temas como el uso de software de gestión para la administración de sistemas agropecuarios, la aplicación y desarrollo de aplicaciones móviles gratuitas y de libre descarga (APP´s) para la gestión de fincas y el marketing digital, el uso de drones para el mapeo de unidades agropecuarias y el manejo de la variabilidad espacial, la incorporación y aprovechamiento de los sistemas de posicionamiento global para la generación y adquisición de información para la toma de decisiones de campo, entre otros, deberán hacer parte de la formación profesional integral que desarrollamos en la entidad.Volver atractivo el campo para desarrollar el agro requiere, por lo tanto, la integración de la formación, la investigación, el desarrollo tecnológico, la innovación y la extensión agropecuaria, procesos complementarios y muy necesarios para poner al servicio de los productores rurales, los resultados de las investigaciones por medio de profesionales cualificados para la prestación del servicio. Desarrollar a lo grande el campo colombiano, es una idea que nos debe poner a soñar, no solo para aprovechar la inmensa riqueza natural de nuestro país, sino para devolver al campo y a los campesinos el lugar que se merecen, dignificar la profesión más antigua de la humanidad, generar equidad social y consolidar la paz de nuestro hermoso país.


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