Estamos habituados a hablar de "sectas" y pensamos que sabemos a qué nos referimos. Casi siempre vinculábamos la palabra "secta" a un pequeño grupo de origen protestante norteamericano con una acción proselitista constante en nuestros países. Decir esto era situar el problema como interior al cristianismo. Hoy, las cosas parecen haber cambiado mucho. Por todas partes surgen nuevas sectas neopaganas, orientalistas, neo-gnósticas, para-religiosas, pseudo-científicas. Se nota como un avance del Oriente sobre Occidente de tipo misionero, que produce frutos indeseados para las Iglesias cristianas, especialmente la Iglesia Católica. Hay que tener esto en cuenta para establecer el contexto de lo que diremos en este trabajo.
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