El Cardenal Aloísio Larscbeider nos presenta a Puebla como signo y programa de unidad. El mismo documento, a diferencia de Medellín, es un texto unitario. El tema central, a partir de la Evangelii nuntiandi, fue la evangelización en el presente y en el futuro de AL. Se trata de una evangelización liberadora, cuyos ejes son la comunión y la participación: es una comunión y participación para la liberación y una liberacion para la comunión y la participación. De esos ejes se derivan las grandes opciones: por los pobres, por la juventud, por los constructores de la nueva sociedad y por los derechos fundamentales de la persona humana. En resumen, Puebla quiere una Iglesia misionera, profético-liberadora, sacramento de comunión, pastoralmente planificada, que forme un hombre latinoamericano nuevo, dotado de una sana conciencia social, de un sentido evangélico crítico frente a la realidad, animado por un espíritu comunitario y de un fuerte compromiso social. La sociedad nueva debe modelarse en comunión con Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, dando respuesta a los sufrimientos y aspiraciones de nuestros pueblos, llenos de una esperanza que no podrá ser frustrada.
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