El Tribunal Europeo de Derechos Humanos consideró que el deber de vacunación obligatoria, establecido por la República Checa, y que se hace cumplir tanto a través de multas únicas como a través de expulsiones e inadmisiones de aquellos niños que no se encuentran inmunizados de los colegios es una injerencia justificada en el derecho al respeto a la vida privada, establecido en el artículo 8 del Convenio Europeo de Derechos Humanos. Consideramos que este fallo es parcialmente criticable puesto que en su análisis de las expulsiones e inadmisiones, el Tribunal hace un análisis miope de las circunstancias y deja de lado el interés superior del niño. Sin embargo, también es cierto que los Estados tienen reconocido un margen de apreciación nacional para la ponderación concreta de derechos, y que esta decisión podría encontrarse dentro de este.
The European Court of Human Rights ruled that the mandatory vaccination duty established in the Czech Republic and enforced through one-time fines and removal or non-admission from preschool centers of kids that did not have the full vaccination schedule was a justified interference in the right to respect for private life, established in article 8 of the European Convention of Human Rights. We consider that this ruling is questionable because the Court does not give sufficient importance to the superior interest of the child. However, this decision may fall within the margin of appreciation doctrine, under which States are allowed some leeway when assessing the proportionality of their policies.
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