La estética debe ser un juicio de valor inconsciente relacionado con el conocimiento, sin bien debe estar al servicio del deleite de la obra, requiere de un mínimo de educación estética para ser más genuina la experiencia. La promesa de belleza en las intenciones del autor no está codificada para expertos, pero tampoco es parte de nuestra cotidianidad. La relación entre arquitectura y sociedad está rota.
Aesthetics must be an unconscious value judgment related to knowledge, although it must be at the service of the delight of the work, it requires a minimum of aesthetic education to make the experience more genuine. The promise of beauty in the author's intentions is not codified for experts but it is not part of our daily lives either. The relationship between architecture and society is broken.
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