Resumen de El museo: un espacio de inclusión y alteridad en tiempos de la posverdad
Si pensamos en que temer, juzgar y excluir lo diferente es una constante en el mandato de Donald Trump, habría que pensar que lo primero que hay que hacer es sostener un discurso de inclusión que no sólo reconozca las diferencias sino que esté en la constante búsqueda por comprenderlas y aceptarlas como algo normal que no debe tratar de erradicarse sólo por su condición de distinto. El museo puede ser un espacio propicio para incentivar este tipo de reflexiones, para detonar conciencia. Es decir, por medio de la exposición, del arte mismo, se genera un discurso crítico que muestra una postura plural que da pie no sólo a aceptar lo que desde el gobierno se rechaza, sino a comprender una realidad diferente por medio de cada una de las piezas. Así, mientras el solo acto de exponer las obras en este espacio puede ser considerado un potente discurso que aboga por la inclusión, la contemplación (activa) de cada una de ellas invita a la comprensión del otro, a la alteridad misma, que hoy en día tanta falta nos hace
