Barcelona, España
El crecimiento agrario catalán del siglo XIX se sustentó, en buena medida sobre pequeñas explotaciones familiares, en propiedad o trabajadas bajo contratos de aparcería, arrendamiento o rabassa morta. En este modelo, las pageses (mujeres campesinas) jugaban un papel determinante, tanto por el hecho de que su versatilidad resultaba fundamental para garantizar la viabilidad de la explotación familiar como por la posibilidad de obtener ingresos complementarios en el mercado de trabajo agrario.Esta comunicación se centra en el trabajo realizado por las pageses como jornaleras en el campo catalán durante el período 1850-1930. Para ello, se especifican los trabajos agrarios para los que eran contratadas estas jornaleras y la organización del trabajo en cuadrillas; se analiza el volumen de trabajo agrario femenino contratado en relación al trabajo masculino empleado, así como la estacionalidad del trabajo realizado por las jornaleras; se establecen nuevas series salariales y se examinan la brecha salarial de género y la brecha salarial territorial.
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