Para comprender las anormalidades ungueales debemos guiarnos por el patrón nomológico que dice que las uñas son anexos cutáneos, los cuales forman parte del tegumento y su mayor volumen se encuentra alojado dentro de la dermis y del tejido celular subcutáneo donde producen actividad celular, la cual es eliminada hacia el exterior a través de la epidermis.
Entonces podemos decir que la uña realiza su desarrollo a expensas de una invaginación de la epidermis del dorso de la falange distal y que junto al tejido que la circunda forman una unidad integradora del tacto y la prehensión.
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