Eugenio Martínez Hurtado, Marisa Mariscal Flores
En 1.981, mientras trabajaba como profesor de Anestesiología en el Royal London Hospital con el profesor J. Payne, Brain comenzó a estudiar con mayor profundidad la anatomía y la fisiología de la vía aérea superior. Hasta ese momento, el manejo de la vía respiratoria del paciente anestesiado se limitaba a 2 técnicas básicas: primero, la colocación de un tubo traqueal nasal u oral, y segundo, al uso de una mascarilla, ya fuera oral o nasofaríngea. Esta última técnica requería la asistencia continua de la vía aérea y, aunque se han descrito una amplia variedad de arneses para tratar de producir un sistema de "manos libres", en la mayoría de los pacientes el anestesista tenía que mantener sujeta la máscara.
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