El examen de los fundamentos filosóficos de la democracia nos muestra la necesidad de la participación plena de las mujeres. En primer lugar, como superación real de la discriminación injusta que ha afectado al colectivo femenino y que se manifiesta actualmente aún de diversas maneras, entre ellas por una enorme desproporción entre los representantes políticos masculinos y femeninos. En segundo lugar, como integración de las aportaciones de las mujeres a la sociedad y a la cultura para corregir el sesgo andro céntrico provocado por su ausencia en ciertos ámbitos a lo largo de los siglos. Ambos pla nos pueden converger en una propuesta ético-política que responda al reto ecológico del siglo XXI.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados