Con el anuncio de Metaverso de Mark Zuckerberg, se puso de moda el con-cepto del metaverso, los alcances de este e incluso la apuesta que están haciendo grandes marcas, universidades, organizaciones públicas y gobiernos para su uso en los próximos años. Si bien su regulación aún está en proceso porque tal como lo ha manifestado Margrethe Vestager, será necesario comprenderlo mejor an-tes de poder decidir cómo regularlo, lo cierto es que su puesta en operación va a revolucionar no sólo la forma en la que las personas socialicen sino también la forma en la que los gobiernos interactúen con su gobernados, se ejerza el derecho de acceso a la información y se abran los archivos públicos para una efectiva ren-dición de cuentas pero también para la generación de nuevo conocimiento desde la investigación.
With the announcement of Mark Zuckerberg’s Metaverse, the concept of the metaverse became fashionable, its scope and even the bet that big brands, uni-versities, public organizations, and governments are making for its use in the coming years. Although its regulation is still in process because, as Margrethe Vestager has stated, it will be necessary to understand it better before being able to decide how to regulate it, the truth is that its implementation will revo-lutionize not only the way in which people socialize but also the way in which governments interact with their governed, the right of access to information is exercised and public archives are opened for effective accountability but also for the generation of new knowledge from research.
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