En el artículo se analiza el procedimiento de nombramiento de los consejeros de Órdenes bajo los reinados de Felipe III, Felipe IV y Carlos II. El rey es quien decide los nombramientos de una de las dos maneras siguientes: directamente utilizando el mecanismo del decreto, o bien resolviendo una consulta que formula el Consejo de la Cámara. También se estudia como influyen en esos nombramientos los validos duque de Lerma y conde-duque de Olivares. Finalmente se ve cómo durante el reinado del último monarca de los Austrias se fija una nueva estructura del Consejo de Ordenes, aunque no será respetada por el monarca ya que nombrará consejeros supernumerarios, esto es, no regulados en la planta.
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