Un biomarcador se definiría como “una característica que es medida de forma objetiva y evaluada como indicador del proceso biológico normal, proceso patogénico o respuesta farmacológica a una intervención terapeútica”.
Los marcadores actuales de los que disponemos para reconocer el daño renal agudo son: la cifra de creatinina sérica y el gasto urinario.
La limitación del progreso en el control del daño renal está condicionada por la todavía escasa aplicación clínica de los nuevos biomarcadores. A pesar de que estos se suelen alterar antes que el nivel de creatinina sérica, hasta el momento no disponemos de recomendaciones clínicas específicas.
Algunas de la cuestiones que todavía estarían por definir serían: ¿cuándo se necesitan los biomarcadores?, ¿cuál o cuáles utilizar?, ¿cómo interpretar los datos y utilizar la información para mejorar el pronóstico del paciente? En la 10ª ADQI un grupo de expertos internacionales realizó un análisis crítico tras revisar la literatura sobre su aplicación en la práctica clínica habitual y crearon unas recomendaciones basadas en el consenso para el uso de dichos marcadores.
La primera parte de este artículo resume los temas discutidos y las conclusiones de la conferencia para, en un segundo tiempo, mostrar los resultados de una revisión bibliográfica realizada por los autores.
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