Las medidas de soporte en un paciente en estado vegetativo persistente (EVP) deben contemplar no sólo la asistencia que precisa el paciente sino el soporte a la familia y a los profesionales que lo atienden. En cuanto al paciente es básico un diagnóstico riguroso, proporcionar un tratamiento de rescate durante el primer mes y llevar a cabo un seguimiento de la evolución neurológica y el tratamiento de baja complejidad en función de los consensos alcanzados con la familia o representantes legales, siempre cuidando su dignidad. Respecto a la familia, se debe proporcionar el soporte emocional y social que precise. En relación con los profesionales, se debe trabajar para una correcta formación específica y buscar un trabajo y soporte dentro de un equipo multidisciplinario.
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