Los excesos regulatorios de la reforma de la ley 12/2013 sobre el funcionamiento de la cadena alimentaria

• Pilar Martín Aresti ^[1]
  1. [1] Universidad de Salamanca

     Universidad de Salamanca

     Salamanca, España

     
• Localización: Actas de derecho industrial y derecho de autor, ISSN 1139-3289, Tomo 42, 2022, págs. 149-174
• Idioma: español
• Títulos paralelos:
  • Overregulation in the amendment of spanish law 12/2013 on the functioning of the food supply chain
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• Resumen
  • español

    La reforma de la Ley 12/2013 para mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria (LCA) llevada a cabo por la Ley 16/2021 ha elevado el nivel de intervención del legislador español en la cadena de suministro de productos agrícolas y alimentarios. Las nuevas obligaciones impuestas a los contratos alimentarios y la prohibición de las prácticas comerciales desleales en esas relaciones (que comprende las prácticas recogidas en la Directiva 2019/633 y otras incorporadas por nuestro legislador), adquieren una vocación expansiva en el nuevo régimen jurídico a causa de la ampliación del ámbito de aplicación subjetivo, objetivo y territorial de la LCA. De ello resulta una regulación de la cadena alimentaria carente de proporcionalidad que compromete la competitividad de los operadores del sector agroalimentario, tanto en el mercado nacional como internacional

  • English

    Spanish Law 16/2021, amending Law 12/2013 on measures to improve the functioning of the food supply chain (LCA, after its initials in Spanish), has broadened the extent of the legislator’s intervention in the agricultural and food supply chain. New statutory requirements on trade relationships between operators in the chain (or «contracts in the food supply chain», within the meaning of the term in LCA) and the prohibition of unfair trading practices within these relationships (which include those listed in Directive 2019/633 and additional ones incorporated by the Spanish legislator) reflect an expansive vocation in this new legal framework, which broadens the subjective, objective and territorial scope of LCA.

    The resulting regulation governing the food supply chain lacks proportionality and jeopardises the competitiveness of agri-food business operators both in the national market and internationally.