A partir de una consideración estética de la iconografía fractal, rescatada del clásico de la ciencia ficción Solaris (1961) de Stanislaw Lem, en este trabajo se propone una utilización de la geometría de los fractales de Mandelbrot a modo de gramática que nos permita interpretar la estructura de determinadas arquitecturas narrativas. Dicha propuesta se ejemplifica con el análisis de la novela 2666 (2004) de Roberto Bolaño. Se relacionará, en primer lugar, la fractalidad con el proceso de producción, edición y recepción postuma de la novela, desde la relación que esta establece con una serie de paratextos. En segundo lugar, se analizará la estructura interna de la obra con la intención de mostrar que, al igual que en los fractales, un cambio en la escala de observación del conjunto produce un irremediable efecto de confusión entre el todo y cada una de sus cinco partes, entre el intuido eje vertebrador y cada una de sus réplicas o versiones.
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